sábado, 7 de junio de 2014

Concurso Literario

26 de Febrero 2013
Hoy volví a sentarme en la misma cama donde dormíamos, a oler tu ropa, a tocarla, a acordarme de los días que ibas con ellas. Volví a ver fotos, a recordar los momentos en las que las hicimos. Volví, a pensar en cuantísimo te echo de menos. A irme sola donde iba contigo, acordarme de las palabras, los momentos, las cosas, y sobretodo acordarme de tu risa papá, de tu preciosísima risa. Esa risa que hacia que cuando todo iba mal, hacia que me levantara sin dame cuenta. Volví a pensar en  tus besos, si, en tus besos, en los besos que me dabas, esos besos, que de verdad, nunca nadie los superará. Pienso,  que vivía enamorada de ti papá, de todo lo que hiciste , de las broncas, de las risas, los lloros y sobretodo me acuerdo de que me falta todo lo que escribo. Que me falta despertarme a besos o a cosquillas, que me lleves los domingos a comprar el pan y acabemos comiéndonos nuestro chocolate con churros, echo de menos el arroz ese al horno que hacías, el pegarme horas y horas en el sofá contigo. Echo de menos que ahora mi único motivo de seguir viva, ya no está. El despertarme con tus gritos de alegría, que me pegues sustos después de ver las películas de miedo, que ahora, sin ti, ya no me gustan. Que me lleves a esos sitios que tenías tu para pensar. El que me ayudes y me aconsejes como seguir, que nadie sabe hacerlo. Que te echo de menos a ti., que hoy tendrías 51 años y 1 mes. Y lo habríamos pasado juntos. Con la mamá. Solitos. Como mejor se está. Pero nunca más volveré a tener tu sonrisa, y quizá deba a empezar a aprender a vivir sin ti.

 1 de Abril del 2013
Una noche empiezo a pensar, a preguntarme el por que todo esto me tiene que pasar a mi. El porque recuerdo como si fuera ayer esos abrazos, esos besos, esas broncas acabadas en risas y juegos, en los cumpleaños únicos que solo tu sabías hacerlos, el perdonarnos sin tener que utilizar ningún tipo de disculpa. El levantarme con sus cosquillas. El dejar de tener ese motivo que sin que yo me diera cuenta era mi todo. El no saber que narices hacer cuando la soledad se apodera de mi mente y empieza a pensar en el por que la vida me tubo que arrebatar a mi padre. No entiendo en como tan solo días, mi vida se desbordaba en un vaso de agua. En el como perdí la esperanza de todo, porque el se marchó. ¿Y ahora que me queda? Nada es suficiente.

3 de Mayo de 2013
 Que cada día es una batalla perdida en esta maldita guerra, y que ya no me duelen los demás. A mi lo único que me duele es que no esté él. Y que hablen y digan cosas, sé como soy y lo que tengo. Pero sobre todo lo que me falta.
Y créeme que los comentarios de los demás solo me hacen más fuerte.          Que si que le echo de menos, pero solo queda luchar, y aunque todos los días me caiga, pienso levantarme o aunque sea intentarlo. Sino viviré infeliz. Pero nunca faltaré a nadie.         Solo que se me es imposible despertarme cada mañana y que mi primer pensamiento sea verle en la cocina con su sonrisa y un zumo de naranja recién echo solo para mí.

8 de Agosto del 2013
Y llegas al límite, sí al límite. No sabes que hacer, no sabes lo que sientes, no sabes actuar, pierdes el rumbo, el camino que llevabas no es el  mismo y                                                                                                                                           buscas un atajo, pero no lo encuentras. Empiezas a pensar, a intentar levantarte , motivarte por lo demás y seguir, pero ya es imposible. Sí, tengo motivos, ¿y qué más da? Me falta él… no puedo aguantar más, necesito salir, avanzar, levantarme y que el pasado solo quede en recuerdos, que no regrese lo malo y poder sonreír con ganas, sin tener esa puñetera espina que se me clava siempre en la felicidad y hace que pinche. Es complicado, y a mi no me quedan fuerzas… No digo que me vaya a rendir, solo que a veces hace falta quedarse abajo para tomar impulso. Un tiempo no estaría mal.

2 de Septiembre del 2013
Quiero ser feliz, continuar, estudiar, no hacer las cosas mal, quiero querer a mi familia, seguir y luchar por un futuro, mi futuro.  Seguir sin mirar atrás, recordando todo lo que vivimos juntos, nada de arrepentirse de momentos, ni de cosas que he hecho mal, al fin y al cabo eso nos hizo más fuertes. Quiero no depender de nada ni de nadie, ser libre, sonreír cada momento, hacer las cosas bien, levantarme, desayunar y que cada día sea mejor que el anterior, quiero salir los días de lluvia para disfrutar de cómo es la libertad… Quiero despertarme, mirarme al espejo y no verme ningún defecto, ser feliz. Ahora ya nada importa. Continuaré. Sola o acompañada, no importa. Aprenderé a vivir.  Y cuando llegue el fin, mi fin… Lo veré y quizás todo este tiempo solo me ha servido para madurar, aprender y sobrevivir yo misma, conseguiré salir yo sola, sé que puedo tú me mandarás fuerzas. Gracias. Mil gracias. Pero hoy comienzo mi segunda vida, vuelvo a empezar, hay que darse cuenta de las cosas y asumirlas. No estás aquí ya. Ya no hay errores, ahora todo irá bien. Te lo prometo papá.



23 de Noviembre 2013
Hoy he salido pensando que era el primer día que no estabas conmigo, y todo me ha parecido raro, ajeno, como si no fuera mío. Pero te he sentido muy cerca, como cuando caminabas a mi lado. Me enseñaste tantas cosas, compartimos tantas noches en vela que me cuesta escribir todo, como cuando quieres nadar todo un océano, no se puede. Y aunque no puedas leerme, se que lo hacías .

13 de enero del 2014
Todo ha vuelto a mi memoria de golpe.
Lo que me regalaste, tus dibujos que más que dibujos eran garabatos, tus canciones inventadas de cumpleaños feliz, de tus amigos (que no parabas de hablar de ellos), de tu risa, tus brazos, tus palabras, tu compañía. Siempre te querré siempre. Aunque no te lo dije muchas veces, te he querido más que a nadie (aun lo hago). Ojalá pudiera volver atrás y convencerte de algunas cosas, y ojalá pudiera estar más tiempo contigo de lo que estuve.
Desde ese día una parte de mí ya no está porque te la llevaste contigo. Como aquellas tardes que nunca volverán. Pero siempre estaremos tu y yo ahí, Caminaremos siempre juntos.
 27 de Febrero del 2014
Hoy me levanté con la esperanza de ir a tu habitación y verte tumbado en la cama dormido y despertarte con un beso de esos que te hacían volar, pero he ido y estaba vacía, había mucha luz y el viento soplaba como nunca. Me he fijado en todas y cada una de las cosas que hay ahí adentro son tuyas, y todas tienen un significado. Al abrir el armario me ha venido un precioso olor, y olía todo a ti, por un momento he notado como si tocara las nubes, pero ha sido una imaginación y mi ilusión se ha marchado cuando he recordado que nunca vas a volver.
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Hoy empiezo a escribir una historia, mi historia… hago esto porque aunque tenga amigos y familia, nadie me puede entender, nadie.
Soy María tengo casi 16 años, y en estos casi 16, he luchado y aun lo sigo haciendo… el motivo? Todo.
Me acuerdo de cuando era pequeña… mi única preocupación era por conseguir un cromo, el mejor. Y ahora? Donde han quedado las canicas, las muñecas y las amigas de siempre…?
Donde estará mi infancia?. Eso nunca llegará, ya me lo decían ‘disfruta que cuando seas mayor todo esto se va a hacer mucho mas grande, y tendrás que tener responsabilidad… ‘Yo no escuchaba, nunca lo hacía… pero tenían razón, si corres demasiado en la vida, no te da tiempo a saborear los momentos,  lo único que haces corriendo, es perder el tiempo... mucho tiempo.
Recuerdo que en el 2002 cuando yo solo tenía 5 añitos, mi madre tuvo un cáncer cerebral. El peor de todos. Ella es mi ejemplo de lucha, es la que me demuestra que aunque el camino este lejos, hay una pequeña rendija donde se ve la luz, y hay que ir, seguir adelante, no parar, nunca. Ella lo consiguió, luchó y aquí está, el cáncer ya no existe. Pero por lo que se ve aun le queda mucho por luchar.  Yo creía que después de esto… nada superaría las ganas de abandonar. Pero hay más.
Tengo una mejor amiga que vale millones, bueno en realidad no tiene precio, no la cambiaria ni por nada ni por nadie… Ella tiene una enfermedad con tan solo 17 años recién cumplidos… pero lo peor es que esa enfermedad lleva en su cuerpo 5 o 6 años, tiene anorexia nerviosa. No pasa nada, yo le tengo a ella y ella a mí. Ella es otro ejemplo de lucha, mi lucha.
Pasan los días, los meses… y aunque se haya caído siempre, nunca se ha quedado abajo, siempre se ha levantado lo mas fuerte posible y lo mejor, es que consigue que yo me levante con ella. Ahora sus errores son honores, ella es una princesa… estoy segura de que saldrá.
Ella es la que cuando todo iba mal, hacia ver el lado bueno de las cosas… nos conocemos de poco como para decir que ella es mi razón de vivir. Lo sé. Pero es la verdad. Si no fuera por ella nada sería lo mismo. Ella estaba allí cuando mi padre se estaba muriendo, me acompañaba a verlo, detenía la segunda lágrima y la convertía en una sonrisa. No me acuerdo de la felicidad, pero me acuerdo de ella. Ella es la felicidad. Mi felicidad.  Lo consigue todo con una sonrisa. Es muy pronto como para decir todas estas cosas, pero cuando hablo de ella no se decir otra cosa. 
A lo mejor estamos ausentes, pero sabemos que el día que nos necesitemos estaremos ahí las dos, animando la una a la otra, sin esperar nada a cambio.
Hace unos meses perdimos a mi padre.. pero en realidad… a mi me dijeron que este tiempo iba a pasar lentísimo, que iba a echarlo de menos a cada segundo… en cierta parte tenían razón, pero no toda. Eso que del tiempo pasaría más lento es totalmente distinto. Va todo rapidísimo, es todo distinto.
Hace 10 meses que se fue, y en estos 10 meses, he tenido que cambiar de casa, de sitio, tranquilidad, amigos… he tenido que cambiar mi felicidad, por las ganas de abandonar y dejarlo todo.
Es todo raro… no veo nunca la luz del sol aunque él esté ahí. No me gustan estos sitios, no quiero estar ni aquí ni en valencia. Solo quiero que mi vida vuelva a empezar de cero. Con mi padre, mi madre, mis amigos y mi felicidad. Quiero estar tranquila, sonreír cada instante. Luchar. Luchar es difícil cuando tan solo tienes 16 años y llevas toda la vida haciéndolo. No sólo lucho por mí, lucho por todos. No porque yo quiera sino porque si me caigo, mi madre vendría detrás y si mi madre se viene detrás si que no habría salida. No quiero ver llorar a mi madre, por eso nunca le cuento las cosas, antes lo hacía claro, pero las cosas de antes no son las de ahora. Cuando mi madre me preguntaba que pasaba yo se lo contaba. Pero ahora es imposible, es totalmente imposible.  No puedo estar con ella, siempre me saca el mismo tema de conversación. Mi padre. Y no puedo escuchar su nombre, porque quiero verle. Verle a cada momento, estar con el, dormir y despertarme y que siempre esté ahí. Pero es imposible. Nunca volverá, aunque haya empezado mi lucha, aun sigo sin ver el final, pero veo esa rendija. Lucharé. No pienso mirar atrás, aunque sea difícil, conseguiré salir, aunque ahora no me vea ni con fuerzas para coger una hormiga. Saldré de esta, seré feliz. Por mi madre, mi familia, mis amigos y sobre todo por mi fuerza, por tí Papa.

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